"He aquí que Jehová vacía la tierra y la desnuda, y trastorna su
faz, y hace esparcir a sus moradores. Y
sucederá así como al pueblo, también al sacerdote; como al siervo, así a su
amo; como a la criada, a su ama; como al que compra, al que vende; como al que
presta, al que toma prestado; como al que da a logro, así al que lo recibe. La tierra será enteramente vaciada, y
completamente saqueada; porque Jehová ha pronunciado esta palabra. Se destruyó, cayó la tierra; enfermó, cayó el
mundo; enfermaron los altos pueblos de la tierra. Y la tierra se contaminó bajo sus moradores;
porque traspasaron las leyes, falsearon el derecho, quebrantaron el pacto
sempiterno. Por esta causa la maldición
consumió la tierra, y sus moradores fueron asolados; por esta causa fueron
consumidos los habitantes de la tierra, y disminuyeron los hombres.
Padre Eterno, Dios poderoso, bendito y Santo, sublime majestad, vengo a ti en el nombre que es por sobre todo nombre, Jesucristo, nuestro Señor, Salvador, Redentor y Reconciliador, con la guía del Espíritu Santo, que lleva esta oración y clamor ante ti, postrándose a vuestros pies, lugar de privilegio de tu siervo, un pecador rescatado de las aguas turbulentas de la perdición, arrepentido y agradecido, por tender tu mano y salvarme del naufragio de mi vida, dándome una razón de ser y propósitos, los cuales ya estaban pero al quitar la venda de mi entendimiento y apartado del engañador he podido ver con claridad, el de estar en permanente sujeción, sometido voluntariamente a tu obediencia, sin cuestionamientos ni dudas, en permanente alabanza y adoración, donde mi actuar sea el testimonio de la buena obra que has hecho en mi, y de llevar tu palabra para salvación de otros, la preciosa semilla, que llegara a los corazones, germinara y fructificara al ser regada con los ríos de agua viva que manan de ti, con la plena certeza que tu harás, pues eres un Dios fiel, que cumples tus promesas, justo y misericordioso. Por ello mi Señor, me pongo en la brecha, oro y clamo, por mi pueblo y las naciones del mundo, porque escrito esta que pronto vendrá tu hijo por los suyos y hacer justicia, gran tribulación y quebranto habrá para los que queden, hemos perdido integridad, haciendo de lo malo bueno y de lo bueno malo, prospera la iniquidad y el inicuo, fatuos, soberbios y rebeldes, ay¡¡¡ de ellos, ten piedad mi Señor, para que escuchen las voces que claman en el desierto y se vuelvan a ti, arrepentidos, antes que sea tarde. Clamando!!!
Palabra de Revelación
"Alzad vuestros ojos, mirad" (Isaías 51:6; Jeremías 13:20; Juan 4:35 // Éxodo 10:10; Deuteronomio 1:8, 4:5, 5:32; 1 Samuel 12:16; 2 Crónicas 19:6-7; Salmos 133:1, 134:1; Isaias 18:3, 40:26, 42:18, 45:22, 51:1-2,6; Jeremas 5:1, 6:16; Habacuc 1:5; Mateo 6:26, 16:6, 18:10, 24:4,6,23,26; Marcos 4:24, 8:15, 13:5,9,21,23,33; Lucas 8:18, 12:15, 17:3, 21:8,29,34; Hechos 13:40-41, 20:28; 1 Corintios 1:26, 8:9; Galatas 5:15; Efesios 5:15; Filipenses 3:17; Colosenses 2:8; 1 Tesalonicenses 5:15, Hebreos 3:12, 12:15,25; Santiago 5:7; 1 Juan 3:1; 2 Juan 1:8).
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